La elaboración de un presupuesto requiere un análisis minucioso del/de los documento(s) a traducir. Este análisis tiene en cuenta diversos criterios :
Usamos nuestras herramientas de traducción especializadas a fin de determinar con precisión el número de palabras de cada documento. El volumen de palabras determinará la tarifa y el plazo de entrega de la traducción.
Algunas combinaciones lingüísticas resultan muy solicitadas (traducción del francés al inglés, al italiano o al español por ejemplo) y los traductores son muchos mientras que en algunas combinaciones más raras o en el caso de lenguas no europeas, el número de traductores disponibles y cualificados en el área deseado es más reducido, lo que explica los precios más elevados.
El área de traducción es un factor importante en la determinación del presupuesto. En efecto, los textos generalistas son traducibles por muchos traductores. En cambio, los textos especializados (técnicos, jurídicos, médicos por ejemplo) requieren competencias muy específicas y menor es el número de traductores que puedan realizar una traducción de calidad. Por lo tanto, la evolución de las tarifas depende del nivel de especialización requerido para cada documento.
El formato de ciertos archivos puede necesitar más trabajo: documentos con textos inaccesibles (visuales, por ejemplo), un fichero Pdf cuyos textos debe extraer el traductor antes de la traducción, o una nueva maquetación para un documento Word o Power Point tras la traducción.
La tarifa de una prestación de revisión es un 50% inferior a la de una traducción. Sin embargo, antes de elaborar un presupuesto definitivo, examinamos detalladamente el documento que se debe revisar.
En efecto, la mayoría de los traductores no profesionales cuya lengua materna no es la lengua meta pueden dominar el idioma en los aspectos técnicos o específicos de su campo propio pero no siempre saben lo que se puede decir o no en una lengua que no es la suya.
Así pues, el traductor no profesional tiende a minimizar el trabajo que queda por hacer.
Desgraciadamente, con frecuencia, la revisión de un documento ya traducido por un tercero requiere tanto tiempo como su traducción por un traductor profesional. Por lo tanto, es imprescindible conocer las competencias lingüísticas del autor de la traducción y analizar en profundidad el trabajo ya hecho antes de establecer un presupuesto de revisión.
A veces, será menester prever un ajuste al alza de la tarifa básica o una nueva traducción del documento.
Para calcular con precisión el número de palabras presentes en sus documentos, usamos nuestras herramientas especializadas pero puede aparecer una diferencia de número de palabras entre nuestras herramientas y « el instrumento estadísticas » del paquete Office.
Cabe señalar que no es fiable el recuento de las palabras con el último instrumento puesto que no toma en cuenta las palabras situadas en cuadros de textos o incluidas en gráficos, las imágenes no editables, las palabras con un apóstrofo.
Nuestras herramientas especializadas detectan la mayoría de estas palabras.
Por ejemplo, analicemos la frase siguiente: « […] Roi indissociable de l’épopée de Jeanne d’Arc ».
Según Word, esta frase contiene sólo 7 palabras pero, en realidad, para nuestras herramientas, son 9. En efecto, « l » y « d » son artículos elididos que deben ser traducidos en la lengua meta.
El cliente dispone de un plazo de 10 días laborables para mandarnos sus observaciones escritas, resaltando dichos pasajes, las posibles correcciones y explicando el motivo de su desacuerdo. Nunca discutimos la idoneidad de una insatisfacción. Independientemente de lo justificada que pueda estar, haremos revisar y corregir la traducción por otro traductor hasta que el cliente esté satisfecho con el resultado.